miércoles, 16 de mayo de 2012

Una simple tapita de un marcador le quitó la vida a Sara Victoria.


      
 
    Sara Victoria Ramírez Hernández tenía siete años y cuatro meses de edad el día que accidentalmente ingirió la tapita posterior de un marcador, un episodio que puede sonar tonto pero que increíblemente la llevaría a perder la vida apenas una semana después. Sucedió el 28 de marzo de 2012 en su salón de clases, en San Cristóbal estado Táchira, en el colegio donde había estudiado desde muy chiquita. Los esfuerzos de su profesora y del personal paramédico para que la niña expulsara el objeto fueron inútiles. Después de ser atendida y realizarle los exámenes médicos respectivos, se estableció que Sara había broncoaspirado la tapita.

      Durante la cirugía se logró extraer el objeto extraño alojado en uno de sus bronquios, pero Sarita presentó serias complicaciones cardiorespiratorias, por lo cual tuvo que ser internada en una unidad de Cuidados Intensivos de donde lamentablemente no logró salir. Daños neurológicos graves e irreversibles provocados por la falta de oxígeno en su cerebro, no le permitieron seguir viviendo.

      Sara partió de este mundo el jueves 5 de abril de 2012.

      Sara fue una niña bella y dulce, encantadora y vivaz, inteligente, elocuente y principalmente feliz. El alma y la alegría de su familia, un espíritu único e irrepetible. En honor a esta alma inocente y clara que nos dejó una enseñanza del más puro amor a todos quienes la conocimos, hemos querido tomar desde ya la iniciativa de desplegar una campaña de prevención, de manera que a través de ella logremos llegar a la mayor cantidad posible de personas y así a mediano y largo plazo, evitar más muertes absurdas de niños como Sarita y evitar el dolor indescriptible de sus familias.

         Dentro de las cosas a las cuales de desea llegar, figuran las siguientes:

  •  Eliminar de la lista escolar de educación inicial y primaria, la adquisición de marcadores y/o lapiceros compuestos por partes removibles.
  •  Proponer a las empresas no crear lapiceros y/o marcadores compuestos por partes removibles, ya que estas no cumplen ninguna función dentro del uso del articulo, y así evitar accidentes tanto en niños como adultos.
  •  Diseñar marcadores con ergonomía adecuada para niños de educación inicial y primaria.
  •  Prohibir en las aulas de educación inicial y primaria el uso de portaminas, ya que también consta de parte removibles. En lugar de portaminas hacer uso obligatorio de lápiz y sacapuntas.

     Queremos encontrar una respuesta para semejante sin sentido, creemos que es ésta. Sarita se ha convertido ahora en un ángel que al lado de Dios tiene esta importante tarea por realizar. Quienes quedamos en la tierra podemos ser sus voceros, los orgullosos portadores de su legado. Cada familia que tome conciencia, cada institución que apoye esta campaña, cada niño que logremos alejar de este “tonto” peligro, será una sonrisa dibujada en el rostro de nuestro angelito.

 “Los ángeles tienen mucho trabajo”